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Hace menos de un año, Mercado Libre anunció que va a acompañar a sus empleadas en el servicio de la criopreservación de óvulos. Eso nos llevó a pensar en cómo la medicina reproductiva está llegando a las empresas. Si estás trabajando en relación de dependencia y algún día vas a buscar un hijo, esta nota puede ser para vos.

Ya se sabe que los tiempos que corren vienen con cambios sociales y culturales: la reafirmación del concepto de familia, la postergación de la paternidad y/o maternidad, la prioridad en algunos casos del desarrollo profesional, el avance de la ciencia y las nuevas formas de trabajo, entre otros tantos factores, van reformulando las prioridades de las personas.

Ahora bien, si los tiempos personales van haciendo lo suyo, si el foco en la carrera laboral a veces no van de la mano con la planificación familiar, si ese estudio de posgrado invita a profundizar habilidades por uno o dos años más, si estiramos algunas decisiones simplemente porque el contexto nos ayuda, o por decirlo en criollo: “si vivimos pensando que los 50 son los nuevos 30”, hay algunos detalles biológicos que debemos tener en cuenta, si es que algún momento vamos a buscar un embarazo.

En el caso de las mujeres que hoy no quieren ser madres, pero que ya saben que en algún momento van a querer serlo, la criopreservación óvulos se presenta como una aliada si lo que se busca: es prevenir y estar mejor preparadas.

Se trata de un tratamiento de baja complejidad que no interrumpe ni afecta en ningún sentido, la posibilidad de lograr un embarazo de manera natural. De hecho, se pueden congelar óvulos y no llegar a necesitar usarlos.

Entonces: ¿Cuál es la ventaja dirán? Pues su principal función, es “guardar” la reserva ovárica de una mujer en un ciclo de óptima ovulación para poder ser utilizada el día de mañana (cuando la reserva ovárica baja), en casos de que surjan problemas naturales.

De ser así, uno de los beneficios de la criopreservación, es que pacientes y médicos, pueden contar con mejores herramientas para buscar un embarazo a través de las distintas técnicas que se emplean en las clínicas de fertilidad.

Según nuestra experiencia además, la eficacia a que los ovocitos congelados sobrevivan, suelen ser de un 90% .

Entonces, volviendo al tema laboral. ¿Puede decirse que Mercado Libre quiere postergar el deseo de ser madres de sus empleadas convenciéndolas que no tienen nada de qué preocuparse y que se enfoquen en el trabajo? ¿Estamos frente a una corporación que manipula los sentimientos de sus empleadas gracias a los avances de la ciencia? No necesariamente.

Lo que la empresa está haciendo, es simplemente dar una respuesta desde sus recursos humanos a una demanda actual. Según un estudio publicado en febrero de este año, en el que se consultó a un grupo de más de 800 mujeres que ya pasaron por tratamientos de reproducción asistida, se dio a conocer que más del 90% de las mujeres si ven óptimo que las empresas se hagan cargo del tratamiento. Esto puede traducirse, en lo que costos no son los más económicos, y que además hoy en día, gran parte de nuestro tiempo fértil , transcurre mientras estamos ocupados pensando en nuestro desarrollo profesional.

Mercado Libre, pionero en América Latina.

La empresa argentina con sede en varios países de Latinoamérica, comunicó que va a dar sus empleadas mayores de 33 años, la posibilidad de ayudarlas a afrontar los gastos que implica la criopreservación de óvulos. Lo va hacer según dicen, solo en aquellas mujeres que lo deseen o necesiten.

Vale comentar, que esta novedosa política laboral, también persigue un fin comercial: la de buscar retener talentos en un sector altamente competitivo. De hecho, en Estados Unidos empresas como Facebook y Apple ya lo practican desde el año 2014.

Pero más allá del sector tecnológico, los tratamientos de medicina reproductiva, son temas que las empresas ya comienzan hablar en Argentina. Sin ir más lejos, en junio de este año, el Banco Itaú, llamó la atención de muchos (al menos la de nosotros) con un saludo especial para el día del padre que tenía la particularidad, de estar dirigidos a aquellas personas que todavía “no tenían hijos” pero que sí “ya se sentían padres”. Es decir, pacientes de clínicas de fertilidad a la espera de buenos resultados.

Lejos estamos de saber si el Banco Itaú ofrece ayuda a sus empleados en esa área, o si bien, destina algún tipo de financiamiento especial para sus clientes que se apoyan en centros de reproducción. Lo que sí sabemos, es que la medicina reproductiva está llegando a las esferas corporativas.

Será cuestión de tiempo, saber si vamos a estar frente a nueva tendencia laboral, o si simplemente, se tratan de hechos aislados que hacen más accesible la salud reproductiva. Sea cual sea la respuesta, tal vez es oportuno comenzar hablarlo con los departamentos de Recursos Humanos y ver qué opinan del tema.

Fuente: Cigor

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